Por presumir de certero un tirador atrevido
se encontró comprometido en el lance que os
refiero:
Y fue, que ante una caseta de feria del lugar
presumió de no fallar ni un tiro con la escopeta
Y el feriante alzando el gallo un euro ofreció
pagarle
por cada acierto y cobrarle 60 céntimos el fallo.
16 veces tiró el tirador afamado
Al fin dijo, desesperado por los tiros que falló:
“mala escopeta fue el cebo y la causa de mi
afrenta
pero ajustada la cuenta ni me debes ni te debo”
Y todo el que atentamente este relato siguió
podrá decir fácilmente cuántos tiros acertó.
Olimpiada Matemáticas Thales.
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